Las Vacunas salvan vidas, no importa lo que digan las teorías de conspiración

     Este año ha estado marcado por la Pandemia de la COVID-19 y, entre otras cosas, nos ha hecho dar cuenta de dos hechos: primero lo peligroso que es no tener una vacuna para una enfermedad y lo segundo que hay más personas creyentes en las teorías de conspiración de las que pensábamos.

    Es una verdad innegable que las vacunas salvan vidas, según estimaciones de la OMS evitan unas 2 a 3 millones de muertes anuales y probablemente es una estimación conservadora. Por ejemplo, entre 1980 y 2018 se estima que se evitaron 150-200 millones de muertes gracias a la vacuna contra la Viruela (4 a 5 millones de vidas cada año) y se logró erradicar la enfermedad. Mientras que en 1.980 se registraron 400.000 casos de Polio en el mundo, en el 2.017 tan sólo hubo 22, probablemente en algunos años será la segunda enfermedad que no le dé a ninguna persona nunca más, gracias a la existencia de una vacuna.


Hay otras enfermedades que, aunque no han sido erradicadas, han disminuido muchísimo gracias a que se vacuna, es el caso del Sarampión del que hubo 2.6 millones de muertes en 1.963, mientras que en 2.017 apenas 95.00, de hecho, para el 2.014 había sido declarado erradicado de la región de las Américas, pero por la combinación de la irresponsabilidad de los antivacunas en los Estados Unidos y la baja cobertura en Venezuela, en 2.017 reapareció en el continente.


    Hay muchas cosas que han cambiado desde esas décadas de los 60 y 80, mucha gente podría decir que la gente se salva por otras razones, no sólo por la vacunación; a esas personas podemos decirles que desde 1.990 hasta 2.017 las muertes de niños menores de 5 años se redujeron casi a la mitad y más del 60% de esa reducción es gracias a la prevención de enfermedades con vacunas, las demás causas de muerte no se han logrado reducir ya que no hay nada tan efectivo para hacerlo como inmunizar.


Miremos un caso más reciente que ayuda a entender todos esos números, la enfermedad por neumococo (neumonía, meningitis o enfermedad invasiva) produjo para el año 2.000 más de 600.000 muertes, mientras que en 2.015 se redujo ese número a 294.000 gracias al surgimiento de una vacuna, esto con una cobertura mundial de vacunación de apenas el 47%, si ese numero sube a 85% se podrían evitar mas de 50 millones casos de neumonía en el mundo cada año.

    

    No es sólo que evitamos que mueran niños, un estudio de la Universidad del Jhons Hopkins estimó que por cada 1$ invertido en vacunas el retorno de la inversión es de alrededor de 44$ entre el ahorro en gastos de salud más el valor de que la gente viva vidas más largas y saludables. Además, reducen el uso de antibióticos, el desarrollo de microorganismos multirresistentes y un largo etc. No hay ninguna otra medida en salud tan útil para evitar que mueran personas y que ahorre tanto dinero al mundo, que vacunar.

 

   

 En este punto pueden salir a decir cosas como que las vacunas causan convulsiones y autismo, nada más lejos de la realidad. Se comprobó que la persona que afirmó eso por primera vez y lo publicó en una revista médica,  inventó todos los datos, después de 10 años de investigación se demostró que la data que afirma que el Timerosal da autismo es fraudulenta, quizás el fraude médico más dañino de los últimos 100 años  

    También habrá quien diga que antes se ponían menos vacunas y cómo ahora se ponen más, hay más riesgos de que generen efectos adversos, otro mito que fácilmente se desmiente. Para que una vacuna llegue hasta las manos del personal de salud para ponérsela a alguien, tuvo que pasar primero por una fase de investigación que llamamos pre-clínica (que no se investiga en humanos, sino en el laboratorio) 70 candidatos de cada 100 no pasan esa etapa; después pasa por 3 fases clínicas en humanos, cada una con el mayor rigor científico y ético posible, para asegurar que sean efectivas, eficaces, que no hagan daño y que produzcan pocos efectos colaterales. Esa etapa la pasan 1 de cada 100 candidatos. No es tan fácil así que te pongan algo que contenga microchips ni nada de eso que inventan los conspiradores.


    Un ESAVI es lo que llamamos un Evento Supuestamente Atribuible a Vacunación o Inmunización, en la fase 4 de investigación de las vacunas, se sigue vigilando todos los días que éstas no produzcan ningún problema a la gente. En líneas generales, por cada 100.0000 dosis de vacuna administradas, 11 personas reportarán un ESAVI, 62% serán personas de 18 a 64 años. Lo que dirán que les pasó será principalmente fiebre, hipersensibilidad en el sitio de la inyección y enrojecimiento (juntas suman el 53%) sólo un 14% dirán que tuvieron algún problema serio; es decir, de cada 100.000 niños vacunados 2 o 3 tendrán un problema más allá de una fiebre de menos de 24 horas de duración.

    En Venezuela nos ha tocado pagar caro esa idea de no vacunar, más que por los antivacunas, porque no están disponibles en los ambulatorios y hospitales cuando la gente acude a ellos. Vamos a contarles lo que pasó con la vacuna DTP3 (3ra dosis de Difteria, Tétanos y Pertussis) la cobertura mundial para el año 2018 era del 86%, eso quiere decir que 86 de cada 100 niños del mundo en ese año, tenían las 3 dosis de esa vacuna. En Venezuela para ese mismo período, menos de 60 de cada 100 niños la habían recibido, por eso la Epidemia de Difteria que empezó en el país en el 2016 llevaba hasta el 2019 más de 1.700 Casos y casi 300 Muertes.

 

    Ahora SRP (Sarampión, Rubeola y Parotiditis) la cobertura mundial al 2018 de la primera dosis era del 86% y en Venezuela el mismo año 73%, en el caso de la 2da dosis, la cobertura mundial era 69%, en Venezuela el mismo año, menos de 40%. La epidemia que empezó en 2017 (por la cual el continente perdió la certificación como única primera región del mundo libre de la enfermedad) ya lleva más de 7.000 casos y más de 80 muertes. Entonces eso de no poner vacunas a todo el que la necesita definitivamente hace que mueran muchas personas, por ende unirse a los antivacunas no parece ser una muy buena idea.

 


    En definitiva, vacunar salva vidas, eso costo-efectivo y no pone en riesgo tu salud. Si tienes hijos, ¡llévalos a vacunar! Y los adultos también debemos vacunarnos, hay vacunas que ahora pueden protegernos que cuando éramos niños no existían.
Vacunar salva vidas, al que te mande una cadena por WhatsApp diciendo lo contrario, muéstrale esta página.


Si te gustó el contenido, siempre que quieras puedes brindarme un Café en Ko-Fi para tomarlo mientras escribo.

 

Alejandro Crespo Freytes

Pediatra - Puericultor

Comentarios

  1. Gracias, es importante que como padres manejemos este tipo de información, respaldada con hechos y no basada en comentarios de retractores de la vacunación que solo asumen si mostrar algún estudio o prueba y que usan su nombre e influencia de manera irresponsable.

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